¿Y si el coche eléctrico empezara en China?

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E.E.U.U. y Europa están estancados. La venta de vehículos se ha desplomado y la lenta introducción del coche eléctrico en occidente ahora ha quedado completamente en «stand by».

La causas son varias. En primer lugar las baterías no acaban de avanzar lo suficiente como para permitir una autonomía que permita hacer viajes largos. Además la introducción de estos coches exige importantes inversiones en infraestructuras que son inasumibles en los tiempos que corren (enchufes en cada garaje, cargadores en gasolineras, etc). El coche eléctrico parece condenado por ahora a pesar de que nuestra dependencia del petróleo va en aumento. Pero…

¿Y si el coche eléctrico empezara en China?

Si lo pensamos bien, no es una idea tan descabellada. Estas podrían ser algunas de las razones:

– La contaminación en las ciudades chinas es ya una crisis nacional, y  la causa principal es la circulación. Los políticos que viven en Beijing no parecen muy contentos de estar envenenándose a diario.

– China es todavía una economía planificada. Es el único país donde es posible una campaña masiva para la adopción del coche eléctrico en grandes ciudades. Además se trata de una cultura que se adapta muy bien a los cambios, como han venido demostrando los últimos 30 años.

– La capacidad de inversión es alta. No solo hace falta voluntad política para producir un cambio de estas características, sino también una inversión publica y privada que en Europa parece imposible.

– La masa crítica es muy elevada. La demanda que se podría generar en China en los próximos años de lanzarse el coche eléctrico (y con medidas políticas y fiscales favorables) podría superar a la de todo el resto del mundo junto. La rentabilidad pasaría a ser el menor de los problemas para los fabricantes de coches.

– Es estrategicamente perfecto para China. La segunda potencia económica del mundo está luchando muy fuerte para situar algunas de sus marcas tecnológicas en la élite mundial en sus respectivas categorías (Huawei, Lenovo…). Convertirse en una referencia a nivel internacional en cuanto a vehículos eléctricos le permitiría exportar marca, servicios e incluso patentes, cuando hasta ahora básicamente se ha basado en la exportación de productos.

– Cambiaría radicalmente la imagen de China. Una revolución de este tipo barrería para siempre el tópico de la copia y el low cost que se asocia al país desde hace muchos años.

– Hay precedentes: las motos eléctricas sustituyeron a las bicicletas en los últimos 10 años. Una idea que no acabó de cuajar en occidente a causa de que sólo alcanzan los 40 km/h, a pesar de que su precio es francamente competitivo (en torno a 200 US$).

– No es tan caro como parece. Sólo con apoyo político y fiscal, además de una campaña mediática se podría conseguir el objetivo. La empresa privada no se lo pensaría dos veces para aprovechar la oportunidad. Además la inversión se recuperaría a corto plazo.

Por todo esto no me parece en absoluto descabellado que en China se estén planteando adoptar está tecnología que no acaba de arrancar en occidente.

¿Qué opinas tú?

 

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