En los últimos años los trámites burocráticos relacionados con la importación y la exportación a China se han simplificado. Sin embargo, es normal que surjan determinadas dudas si se trata de la primera toma de contacto con el país asiático. Si te encuentras en esta situación, desde MingTa nos ponemos a tu entera disposición con el propósito de que puedas alcanzar tus objetivos fácilmente.
La gestión del transporte a la hora de importar de China es probablemente el paso más sistemático y el único que podemos realizar desde el país de destino gracias a las nuevas tecnologías. No obstante lo más habitual para evitar quebraderos de cabeza es subcontratar esta tarea a empresas especializadas para no volvernos locos con el papeleo. Además estas empresas por lo general mueven mucho más volumen y por lo tanto tienen trato preferente con los forwarders y en algunos casos incluso con aduanas.
¿Qué tenemos que hacer para gestionar el transporte?
Negociar el Incoterm: Es una decisión en la que tiene mucho poder el proveedor, pero siempre se puede negociar. Si somos muy pequeños nos conviene que los envios sean CIF o incluso DDP para no tener que gestionar nada, ya que no disponemos de recursos humanos para ello. En cambio si nuestro proveedor es una pequeña factoría siempre tratará de vender EXW o FOB por la misma razón.
Lo más común es comprar FOB y contratar a una empresa para que nos gestione toda la importación para recibir la mercancía en nuestro almacén.
Calcular los aranceles: Como decíamos en este artículo, hay que buscar el código HS o Taric de nuestro producto para saber cual es el arancel que tenemos que pagar por él en las aduanas del país de destino.
Contrata de forwarder: Lo más habitual es contratar un forwarder (transitario) de confianza que se ocupe a su vez de gestionar la parte más técnica del transporte. Ellos tienen trato directo con aduanas y son especialistas en grupaje.
– Contrata del seguro: Por lo general es siempre recomendable contratar un seguro. El precio suele estar en torno al 0.5% del valor de la carga aunque el rango varía bastante en función de si queremos asegurar solo la mercancía o también el coste del transporte.
– Preparación de documentos: Los más importantes que se deben conocer son el Bill of Lading (B/L) y el Certificado de Origen. Básicamente dan toda la información sobre la mercancía, su valor, su procedencia, las partes implicadas en la operación, la responsabilidad de cada una, etc. Hablaremos más a fondo de ello en próximas entradas.
Una vez que hayamos hecho todo esto no tendremos mayor problema en recibir la mercancía en nuestra casa o almacén. Espero que os haya servido, y no dudéis en hacer cualquier apunte que se os ocurra en los comentarios.
Otras entradas del Manual para importar de China:
– ¿Cuánto cuesta importar de China? (Un ejemplo práctico)
Si quiere importar de China, no dude en consultarnos sin compromiso.
En un mundo en el que el comercio fuera totalmente libre no existirían aranceles, ya que el arancel es una medida proteccionista. Cuando a un producto importado se le aplica un arancel, se le resta competitividad en el mercado interno.
Esto se hace habitualmente para proteger a industrias o productos del país importador frente a la competencia externa que pudiera ser potencialmente destructiva. Es especialmente importante para sectores estratégicos cuya caída causaría pérdida de puestos de trabajo.
El caso opuesto ocurre cuando un bien escasea en un país. En este caso se suelen bajar o eliminar los aranceles para favorecer la entrada del producto.
Hay tres tipos de aranceles:
-Ad-valorem. Es el más usual, se trata de un porcentaje sobre el valor del producto.
-Específicos. Su valor depende del peso o el volumen de producto.
-Mixtos. Una mezcla ponderada de los dos anteriores.
Cada producto dispone de un código HS. Es un número que indica con mucho detalle a que tipología pertenece (textil, alimento, etc). Este código es el que se emplea para calcular su arancel.
Aquí tenéis una página donde podéis ver con qué se corresponde cada numerito del código: